La navidad en el Perú es una de las celebraciones más esperadas, luce alegremente como una fiesta del pueblo pero es tristemente una expresión de la sumisión a los grandes imperios. Cenamos pavo y chocolate, traídos por los colonizadeores españoles después de saquiados en México, y con ellos, ensalada rusa, puré de manzana (alemán), champagne (francés) y penetón (italiano); a esto se suma la invasión de fetiches como el Árbol de los celtas, el Papa Noel de la Europa Medioeval y el Niño Jesús de la Antigua Roma - para terminar con el nuevo fetiche extrangero impuesto: el consumismo euro-yanqui.
Es cierto que la navidad es esperada, especialmente por lo niños, pero no es una fiesta solo del pueblo, todo tipo de personas que crean en Jesús y en la navidad pueden y celebran esta fiesta, y tampoco es una expresión de sumisión a algún gran imperio, la navidad, festejada por los motivos reales, no es una gran cena, con platos extranjeros , y si bien es cierto que algunos la festejan con una comida especial, esta no necesariamente contiene platos extranjeros, es el gusto de cada familia y la navidad no es la cena, su celebración se da para recordar el nacimiento de Jesús de Nazaret (y eso se puede hacer solamente asistiendo a misa el día de navidad, sin la necesidad de fiestas influenciadas por ningún país) y ese es el verdadero motivo de celebrar la navidad, si algunos se han aprovechado de la tradición de esta fiesta es otro tema, que cada uno de nosotros permite o no; está en nosotros olvidarnos del verdadero sentido de la navidad o recordarlo y conservarlo; por otro lado, están los que no son católicos y deciden, en ecuanimidad con sus convicciones, no festejar la navidad, está en cada uno seguir o no otras costumbres, no es algo que se nos impone y tenemos que resignarnos a ello, finalmente nosotros elegimos seguir o no imitar a otras culturas, ellos no nos obligan a hacerlo.(shirley)
ResponderEliminarAl hablar de pueblo me refiero a lo que el gobierno concibe como pueblo peruano: todos los peruanos. Con las disculpas de todo cristiano sincero, precisamente el "recordar el nacimiento de Jesús de Nazaret" es la mayor prueba de sumisión, históricamente hablando por supuesto. Hay que recordar que impusieron la religión cristiana con una biblia en la mano y una espada en la otra y obligaron al pueblo a abandonar sus creencias religiosas folklóricas. Es claro que hoy cada quien elige fe y es así como debe ser, aunque no es eso realmente cuando uno es niño, más aun cuando el regalo navideño cumple el papel de coima.
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