miércoles, 10 de noviembre de 2010

La dialéctica de Hegel, por muy avanzada que halla resultado, cumplía ,en algunos casos, la labor nefasta de cubrir con un manto la explotación del hombre por el hombre. Según Hegel, no es el caso de que el amo es amo del esclavo y en esto termina el asunto; sucede que, mientras el amo es amo del esclavo, porque el esclavo está bajo su yugo, el amo precisa del esclavo y no puede sostener su calidad de amo ya que prescinde de sus servicios; de este modo resulta que el esclavo amo del amo a la vez que es su esclavo. Ésta es la llamada dialéctica del amo y el esclavo, la misma que sostiene que, debido a que ambos se necesitan y son uno amo del otro al mismo tiempo, el amo y el esclavo están reconciliados. A pesar que este juego de palabras resulte curioso y quizás simpático, es claro que para Hegel la explotación -absolutamente inhumana y escandalosa en muchos casos- no se da, y que el amo es tan esclavo como el esclavo mismo.

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